Ciudad romana

Uno de los monumentos más sobresalientes de Segobriga es el Teatro, aunque es uno de los más pequeños de Hispania. Su construcción debió iniciarse en época de Tiberio y se inauguró en tiempos del emperador Vespasiano, hacia el año 78 de nuestra era. Una gran inscripción monumental aparecida entre las ruinas del teatro así lo confirma, de la que se conservan algunos fragmentos que hoy pueden verse en el edificio.
El graderío o cavea, bien conservado, se dividía en tres partes, separadas por corredores para diferenciar por clases a sus habitantes. La parte superior se apoyaba en la muralla sobre un corredor abovedado bajo el que corría una calle.
Conserva la orchestra, de planta semicircular, con tres escalones para las autoridades y espacio donde se colocaban los músicos. La scaena o escenario, destinado a las actuaciones, era de madera sobre sobre pilares de piedra, tras el que se alzaba una escena monumental decorada con columnas y esculturas de mármol, presididas por la diosa Roma.

El espacio urbano de Segobriga estuvo rodeado por una muralla, de 1.300 metros de recorrido, construida hacia el 50 a.C. Ha sido excavada en el lado septentrional junto al teatro y el anfiteatro, aunque la mayor parte de su trazado se aprecia en el terreno.
La disposición de sus puertas estuvo condicionada por la topografía del cerro sobre el que se asentó. Se conocen varias puertas principales de entrada a la ciudad, que se abren en la muralla. Presentan estructura acodada y se ubican en los puntos cardinales: una posible al norte junto a las termas del teatro, otra al noreste, una tercera al oeste y una cuarta localizada al sur de la ciudad, aunque esta última no ha sido objeto de excavación. Solo la denominada puerta norte carece de esta disposición, conservando un basamento de hormigón sobre el que se dispusieron sillares. Fue construida en época tardoaugustea como acceso monumental al foro edificado cuando se convirtió en municipio latino. Bajo ella atraviesan las cloacas para el desagüe de la ciudad.

El diseño de la ciudad de Segobriga en un cerro obligó a realizar obras de aterrazamiento en la construcción de los edificios, recortando la roca natural y construyendo subestructuras destinadas a elevar el terreno hasta la cota deseada. Uno de estos criptopórticos se construyó en el foro en época de Augusto para alcanzar el nivel de la plaza y servir de cimiento a la doble galería porticada que la
A él se accedía desde el kardo maximus a través de dos puertas y su diseño reproduce una construcción dividida en dos naves, mediante una alineación de siete pilares de sillería, que aún se conservan. Sirvieron para sostener las vigas del forjado del piso superior y para la cimentación de la mayor parte de las columnas del porticado interior del foro, elevándose 4,5 m de altura.
Es difícil precisar cuál fue su uso a partir de los restos actuales conservados, pero pudo servir de tabularium o archivo administrativo de la ciudad o quizás de simple almacén.

Se sitúan entre el teatro y una calle este-oeste, junto a la muralla norte, ocupando un área de 350 m². Se construyeron en la segunda mitad del siglo I a. C.
Conservan la sala para cambiarse de ropa con sus taquillas, una sauna seca circular, donde existió una pila para refrescarse con agua fría, y una sala con bañera de agua caliente, que tenía bajo ella una cámara subterránea o hypocaustum por donde circulaba el aire caliente procedente de un horno. Junto a la puerta de la Muralla estaban las letrinas, cuyo canalillo desaguaba al exterior.

El lado oriental del foro estuvo ocupado por la Basílica civil, lugar en el que se realizaban las grandes operaciones comerciales y donde los magistrados administraban justicia. Es uno de los edificios administrativos más grandes de la ciudad. Se construyó entre los años 15 a.C. y 10 d.C.
El edificio es de tres naves con perístasis de 12 x 4 columnas corintias. En los extremos de su lado mayor albergó dos pequeños templetes o aedes Augusti dedicados al culto de los emperadores julioclaudios y su familia. Dispuso de un piso superior cubierto sobre la columnata central.
La fachada de la basílica se abrió a la plaza del foro a través de once puertas. A ellas se llegaba, subiendo por tramos de escaleras independientes, que quedaban separados por pedestales de estatuas ecuestres
El centro cívico se diseñó con planta prácticamente cuadrangular como una plaza rodeada de una doble galería porticada por tres de sus lados presidida por una basílica para impartir justicia al este y un templo al oeste. La curia destinada a las reuniones del senado local se situó al sur del pórtico meridional, junto a las tabernae con funciones comerciales en su fase inicial.
El Foro estaba construida hacia el año 15 a. C., en época de Augusto, dentro del programa de urbanización monumental de la ciudad. Fue costeado, entre otros, por Proculus Spantamicus, quién pagó el suelo de la plaza descubierta, grabando en memoria de ello su nombre en una larga inscripción de letras de bronce doradas, instalada en su pavimento.
El forum constituía el espacio más representativo de la ciudad y sus elites, donde los pedestales de estatua con inscripciones recogían la memoria de sus orígenes y tradición colectiva. Los monumentos más antiguos permanecieron con el paso del tiempo en el mismo lugar en el que se levantaron. Era la manera de que los contemporáneos y las generaciones venideras no olvidasen la historia de la comunidad.

En tiempos de Vespasiano se levantó un gran edificio frente al foro, destinado a las transacciones comerciales del lapis specularis. Para su emplazamiento fue elegido un lugar bien comunicado en pleno centro de la ciudad y con acceso directo desde la calle principal, a través de una gran escalinata, hoy perdida. Era de tres naves, sostenidas por 10 columnas corintias. La nave central, más ancha, terminaba en un gran ábside al que se accedía por tres escalones, donde se cerraban las operaciones de venta del “cristal”. En época visigoda y altomedieval el edificio tuvo un uso privado, alejado ya de su primera función. Las evidencias arqueológicas indican que sirvió para encerrar ganado, tal y como prueban dos sillares vaciados en forma de pilas para abrevaderos.

Las Termas Monumentales, se construyeron en el siglo I d.C. y estaban destinadas al baño e higiene, al esparcimiento y negocios. Fue el conjunto de baños más grande con el que contó la ciudad.
El acceso se realizó a través de una calle escalonada. Una pequeña puerta daba a un patio rectangular descubierto con columnas, que cumplía las funciones de palestra. Era un lugar de reunión, zona de ejercicios y preparación para el baño. Dos puertas laterales accedían al vestuario o apodyterium, con una piscina en el centro, único lugar del edificio donde era posible sumergirse en agua, ya que el resto de las instalaciones solo presentaban pequeñas bañeras de metal o mármol. Después se pasaba sucesivamente al frigidarium o sala fría, al tepidarium o sala templada, al caldarium o sala caliente y al laconicum o sauna seca, situada bajo la ermita.
Al norte estaban las habitaciones de servicio, como leñeras y los hornos para calentar los baños.

Una inscripción en lengua griega dedicada a Zeus Megistos por Caius Iulius Silvanus, hallada en las excavaciones realizadas en las termas monumentales de Segobriga, documenta la presencia de este funcionario estatal en la ciudad donde tuvo una casa, aunque la fecha del texto de inicios del siglo III d.C. no permite vincularlo con el control de las explotaciones mineras del lapis specularis, pues en ese momento habría cesado ya su producción para la exportación.
Silvano construyó su vivienda junto a las termas monumentales. Conocemos, hasta el momento, tres estancias de su lujosa casa. La estancia 1 tuvo un carácter religioso y allí debió situarse el altar dedicado a Zeus Megistos. En la estancia 2 se halló parte de un mosaico de teselas blancas y negras, que decoró su pavimento y cuyo original se exhibe en el Centro de Interpretación. La estancia 3 conserva un gran banco corrido adosado a uno de los muros, que quizás formó parte de una cocina.

Construido en época de Vespasiano frente al Teatro, ambos edificios flanqueaban la entrada principal a la ciudad. Presenta forma elíptica irregular, de 75 m de largo. En él pudieron sentarse 5.500 espectadores. Su lado sur está parcialmente excavado en la roca, mientras que el norte se levantó desde el suelo con grandes muros de cantería, hasta más de 18 metros de altura.
La arena, a la que se accede por dos grandes puertas, está separada del graderío por un alto podium para mayor seguridad del público asistente. Un pasillo cubierto unía las puertas y enlazaba las habitaciones para las fieras destinadas a espectáculos. El graderío quedaba dividido en doce sectores por escaleras transversales que comunicaban con las puertas exteriores, para el acomodo y desalojo de los espectadores. Al igual que en el teatro, el graderío también quedaba dividido horizontalmente por un muro, denominado balteus, que dividía a los espectadores según su clase social. Los asientos de la parte inferior eran de piedra mientras que los de la parte superior eran de madera.

Ctra. Carrascosa de Campo a Villamayor de Santiago, s/n, E-16430 Saelices (Cuenca).
Teléfono Centro de Interpretación: 629 75 22 57
Mail: segobriga@dipucuenca.es
Créditos:
Diseño y ejecución: Grupo Tragsa. Contenidos: Rosario Cebrián Fernández, directora científica del Parque arqueológico de Segóbriga con la colaboración del Grupo Tragsa.
Todo el contenido e imágenes de esta web está protegido por derecho de autor. Prohibida su utilización sin consentimiento.